Contenido
I. Antecedentes
II. Las Convenciones Mundiales de Fantasía
III. Los World Fantasy Awards
IV. La 34ta Convención Mundial de Fantasía (Calgary, 2008)
a) El Abreboca…y las lenguas del diablo (miércoles 29 de Oct.)
b) El primer día (jueves 30 de Oct.)
c) Entrevista y autógrafos (viernes 31 de Oct.)
d) El Paseo a Banff y Lake Louise (sábado 1ro de noviembre)
e) Banquete y Premios Mundiales de Fantasía (domingo 2 de noviembre)
f) Despedida y el libro de recuerdo
V. Reflexiones finales
I. Antecedentes
El pasado 8 de octubre recibí un correo de Ron Ontell, nuestro anfitrión en el tour pre-convención de Nippon 2007, la 65ta Convención Mundial de Ciencia Ficción, realizada en Yokohama, Japón (experiencia que fue reportada parcialmente para Mundo Ubikuo en el verano de 2007). En su misiva sometía a la consideración de los que se mostraron interesados, el tour que prepararía para la 67ma edición, a realizarse en Montreal (Canadá) en el 2009. Procedí a responderle enseguida, comentándole que desde hacía dos meses me encontraba residenciado en la ciudad de Calgary (Edo. de Alberta, Canadá) y que para mí sería complicado acompañarle en un tour que durara muchos días (el plan comprende 12 días de patoteo intensivo), ya que tenía planeado aprovechar el máximo las vacaciones de verano de mis retoños para visitar varias ciudades de este hermoso país.
El 13 de octubre recibí su respuesta, y con ella la bomba: “ya que estás viviendo ahora en Calgary, ¿piensas asistir a la Convención Mundial de Fantasía el venidero 30 de octubre? Nos encantaría verte allá.”
Aunque me alegré de la increíble oportunidad de poder asistir a una convención en la misma ciudad a la que acababa de mudarme, no dejó de preocuparme el hecho de que no estaba preparado para la experiencia. Aquellos que me conocen saben que generalmente me tomo mi tiempo en calentar los motores para estas aventuras, algunos dicen que demasiado, pues siempre termino corriendo y apurando a todos. ¿Verdad, Jorge?
También estaba el otro asunto de que no me sentía muy cómodo con el género fantástico, ya que mis lecturas se orientan más hacia la ciencia-ficción.
Sin embargo, no quedaba en mi mente la duda de si aprovechar o no la ocasión para conocer de un evento aparte a las Convenciones Mundiales de Ciencia Ficción (conocidas también como “Worldcons”). Siempre quedaba recurso de acudir a Ron y su esposa Valerie, cuando hiciera falta alguien que me orientara en esas aguas desconocidas.
Ron y Val (como gusta que les llamen), son una encantadora pareja estadounidense que vienen asistiendo regularmente a convenciones del género fantástico y de ciencia-ficción desde hace mas de 30 años y se manejan cómodamente entre escritores, publicistas y fans de todo el mundo. Fueron ellos los que graciosamente me introdujeron informalmente con figuras como Michael Whelan (quien nos acompañó en el tour de Japón), Gregory Benford, David Brin, Robert Silverberg, Joe Haldeman y su esposa Gay Haldeman, entre otros. En esta ocasión, ambos acudirían al evento con la intención adicional de presentar al comité de directores de la World Fantasy Society una opción para hacer de su ciudad de residencia actual: San Diego, California (EE.UU.), la sede de la Convención Mundial de Fantasía del año 2011.
De los dos, solo Ron había visitado Calgary hacía mucho tiempo atrás, cuando aún no se había retirado del negocio de su agencia de viajes. No es de extrañar entonces que volviera a escribirles, ofreciendo a ambos servirles de chofer y guía turístico, dentro de mis limitados conocimientos como advenedizo en esta zona de Canadá.
Así, entre correspondencias que fueron y vinieron con preguntas y respuestas sobre lo que podría esperar, quedó claro que la convención era un animal de especie totalmente distinta a las Worldcons que he conocido desde el año 1992 (Magicon).
El Grupo de Nippontour 2007
II. Las Convenciones Mundiales de Fantasía
Se iniciaron en 1975 con la idea de promover la difusión de autores y artistas entre las casas editoriales del género. Así, su enfoque principal es sobre estos grupos de profesionales y no sobre los fans, como ocurre en otras convenciones.
Esto hace que la asistencia sea más reducida (menor a 850 personas), creando una experiencia más íntima que permite interactuar de forma directa a la gente dedicada a los libros y al arte fantástico.
Sin embargo, no hay exclusiones, cualquiera puede inscribirse. Aunque el fan común encontrará seguramente menos incentivos para hacerlo que una Worldcon, por ejemplo. Al menos así me pareció en mi caso.
Las convenciones son organizadas por voluntarios y se realizan generalmente a finales del mes de octubre, en diferentes ciudades de países angloparlantes, El programa de 4 días (jueves a domingo) podría resumirse básicamente a lo siguiente:
- Una recepción la noche anterior al inicio de las actividades (miércoles). Es el momento en que se presentan los invitados de honor.
- El día jueves hay un taller de dos horas con uno de los autores que es Invitado de Honor de la convención.
- El viernes en la noche se realiza una mega sesión de autógrafos con cerca de 200 autores sentados en sendos mesones distribuidos en el salón de ceremonias (Autograph Reception).
- El día sábado se realiza una actividad especial en la que los participantes pueden traer un poema, un “pastiche” corto o incluso un instrumento para celebrar en torno a un tema u obra específica. La exhibición de arte (Art Show Reception), donde artistas presentan y subastan originales o reproducciones autógrafas de sus obras. Aunque el salón está accesible a lo largo de la convención, se realiza una recepción especial para presentar a los artistas el día sábado.
- El grueso del programa está constituido con paneles de discusión dirigidos por escritores, editor, críticos y conocedores del género. Similar a los paneles organizados en las Convenciones Mundiales de Ciencia Ficción.
También hay lecturas realizadas por autores, generalmente empleando extractos de sus propios textos. Dada la proporción de autores en la asistencia total, los organizadores pueden darse el lujo de incluir muchísimas más lecturas que en cualquier Worldcon. Luego de cada lectura el escritor comenta sus ideas en torno a la historia e interactúa con el público presente, el cual nunca parece contar con el tiempo suficiente para encontrar respuesta a todas sus interrogantes. Es una oportunidad interesante de apreciar las intimidades del proceso creativo.
- Otra actividad que se realiza continuamente durante los días que dura el evento es la del Salón de Detallistas (“Dealer’s Room”). Solo se mercadea con libros y arte impreso, dejando por fuera la parafernalia audiovisual y artesanal de las Worldcons.
- Es el domingo cuando se entregan los Premios Mundiales de Fantasía (World Fantasy Awards), la actividad más esperada de todo el evento.
Para ayudar a financiar la presentación de estos premios se organiza un banquete previo en el que los asistentes tienen una nueva oportunidad de socializar mientras disfrutan de un menú limitado. Luego de la comida se abren las puertas y se deja entrar al resto del público para que presencie la ceremonia de entrega de las codiciadas estatuillas: ¡¡¡Un busto con la representación de una caricatura de Howard Phillips Lovecraft!!!
III. Los World Fantasy Awards
Se entregan desde 1975 y, a diferencia de los Hugos, el arte del premio no varía con los años. También resulta particular el método de selección de participantes y ganadores:
El premio es controlado por un jurado Ad Hoc, designado cada año por el comité de la World Fantasy Convention. Generalmente son 5 personas de reconocida trayectoria en el género fantástico.
Los miembros inscritos en la convención de ese año y de los dos años anteriores tienen derecho a proponer hasta 5 obras en cada una de las categorías premiadas. Emplean para ello una boleta incluida en el penúltimo Reporte de Progreso de la convención y que puede ser enviada por correo postal o electrónico. El jurado selecciona las 2 postulaciones con más votos en cada categoría y se reserva el derecho de nominar los otros tres candidatos.
Los ganadores son seleccionados a puerta cerrada por el jurado calificador, cuyos miembros se comprometen a guardar el secreto de sus decisiones hasta después de la entrega de los galardones.
Las categorías premiadas son las siguientes:
- Novela (“Novel”): más de 40.000 palabras
- Novela Corta (“Novella”): entre 10.001 y 40.000 palabras
- Cuento (“Short Fiction”): Hasta 10.000 palabras.
- Antología (“Anthology”): Recopilación de relatos de uno o varios autores, originales o reeditados, con uno o varios editores.
- Colección (“Collection”): Recopilación de relatos de un mismo autor, originales o reeditados, con uno o varios editores.
- Artista (“Artist”): Premio al mejor artista del año. Generalmente asociado al arte presentado en las portadas e insertos en los libros del género.
Luego están los Reconocimientos Especiales (“Special Award”). Se trata de categorías que no necesariamente se presentan cada año:
- Convention Award: Premio especial para colaboradores de trayectoria en las convenciones.
- Professional Award: Premio especial para autores profesionales de prestigio.
- Non-Professional Award: Premio especial para nuevos autores no profesionales.
- Life Achievement: Premio especial para reconocer la obra de un autor de amplia trayectoria en el género fantástico.
IV. La 34va Convención Mundial de Fantasía (Calgary, 2008)
Realizada entre el 30 de octubre y el 2 de noviembre de 2008 en el Hyatt Regency Calgary, de la ciudad de Calgary, estado de Alberta, Canadá.
a) El Abreboca…y las lenguas del diablo (miércoles 29 de Oct.)
Aunque no siempre ocurre así, en esta ocasión hubo una recepción la noche antes del evento (miércoles), patrocinada por Hades Books y organizada alrededor de una representación artística que sirvió de gancho para los asistentes. Se trataba del conjunto canadiense “The Plaid Tongue Devils”, un conocido grupo musical con un estilo ecléctico muy peculiar que combina elementos de Klezmer, Roma y medio oriente con rock, pop y ska. La música es divertida y animada, mientras que el violinista parece en verdad un virtuoso. Para los que sienten la misma curiosidad que tuvo este servidor en saber a “qué suena eso”, les incluyo este video:
Entre jueves y viernes asistí a varias lecturas, entre las que resaltaron las de George R.R. Martin y en especial la de Guy Gavriel Kay, quien terminaría llevándose uno de los máximos galardones de la convención.
Martin desgranó un relato extremadamente grafico que describía un futuro en donde se usan cadáveres como títeres para realizar labores peligrosas y mercadear con las más bajas pasiones de los que aun tenían cierto control sobre su existencia. Fue tanta la impresión que me sentí impulsado a detener la grabación de video hasta que finalmente dio paso a la fase reflexiva del relato. Aunque la obra no era suya, por alguna razón le pareció adecuado presentarla como análisis de la obra de un joven escritor en sus 30 años cuyo nombre se me escapa y para quien no tuvo sino palabras de elogio. Argumentó que esa misma crudeza explota la sensibilidad innata en los seres humanos hacia la muerte para captar la atención del lector y hacer llegar el mensaje que desea transmitir el autor.
Por su parte, Guy Gavriel Kay leyó un poco del texto de su último libro: Ysabel (que luego le valdría el premio a la mejor Novela del 2008). Aparte de la corta lectura dedicó la mayoría del tiempo para transmitir a la audiencia sus impresiones de lo que un autor debe tratar de lograr en sus personajes y del proceso creativo en general. También respondió preguntas sobre los tópicos más diversos, demostrando su profundo conocimiento en todos los temas abordados. En verdad me pareció que el carácter sosegado y afable del señor Kay, esconde una capacidad reflexiva impresionante que se manifiesta cada vez que habla con su tono pausado y susurrante. También asistí a varios paneles. Por ejemplo: ya en la noche me acerqué al salón “Imperial 8” para escuchar a Joe Haldeman, Robert J. Sawyer, Stephen Stirling y Walter Jon Williams discutir sobre ejemplos de cómo temas y figuras del género de terror y lo fantástico se cuelan a veces en la ciencia ficción. El título del panel era: “¡Argh! ¡Mi Alien es un Elfo!” (“Arg! My Alien is an Elf!“) J. Me reí un buen rato con las ocurrencias del panel, quienes citando ejemplos concretos de estas desviaciones, encontraban siempre la manera de suavizar la crítica con una retórica ingeniosa. Al terminar el panel me conseguí nuevamente con Gay Haldeman, esposa de Joe, quien me saludó alegremente con su carácter afable de siempre. Luego que saludé también al señor Haldeman, acordamos vernos de nuevo en la entrevista que Gay le haría a una de sus autoras favoritas: Barbara Hambly, invitada de honor a la convención de este año.
c) Entrevista y autógrafos (viernes 31 de Oct.)
El día siguiente cumplí con mi cita y me acerqué temprano al “Imperial 4” para tomar un puesto que me permitiera tomar mejores fotos que en el panel del jueves. También llevaba mi cámara de video con la que grabé casi toda la entrevista. La señora Hambly es una veterana con más de 40 novelas en su haber y no puede uno sino dedicarle toda la atención a quien destila experiencia cuando habla del género fantástico y de ciencia ficción. Se refirió a su vida y obra con gran naturalidad, aunque es obvio que es una persona altamente sensible y consciente de su entorno. Según sus propias palabras, le gusta mantener una rígida rutina que le brinda tranquilidad y productividad en su trabajo, en la compañía de sus adorados gatos. La señora Gay guió la entrevista de manera informal, y sin embargo haciendo las preguntas concisas en el momento preciso para darle una continuidad a la trayectoria de esta famosa escritora. El señor Haldeman estaba como siempre allí, en primera fila, tomando fotos de primer plano de su compañera de muchos años.
La entrevista terminó y yo apagué mi videocámara con el brazo dormido de tanto tratar de mantener la imagen lo más estable posible.
Gay vio que había grabado la entrevista y me pidió una copia, cuestión a la accedí gustoso. Espero hacérsela llegar tan pronto termine de editarla para disimular el temblequeo y los cortes ocasionados por el descuido de no haberme llevado un trípode.
Autógrafos
Luego de la entrevista volví a la casa para acompañar a mis retoños en la celebración del Halloween. Esta tradición pagana demoró más de lo planeado, por lo que se me hizo tarde para asistir al acto especial del viernes: la Sesión de Autógrafos (“Autograph Reception”).
Cuando llegué al “Imperial 4”, me encontré con que los organizadores habían levantado las divisiones de los dos salones aledaños (Imperial 6 y 8) para dar cabida a una impresionante cantidad de mesones con autores sentados frente a ellas.
Pregunté a los organizadores que conocía, gracias a mis amigos Ron y Valerie, si había una lista o mejor aún, un mapa con la ubicación de cada uno de los autores. Mi intención por supuesto era obtener tantas firmas como fuera posible de los autores cuyos libros traía conmigo.
Resulta que al momento de registrarse, los organizadores entregan un bolso conmemorativo que contiene cerca de 20 libros de las diferentes casas editoriales y autores que aprovechan la ocasión para promocionar sus obras. También tenía yo un par de antologías de ciencia ficción en español que me traje de mi madre patria.
Sin embargo, la persona que me atendió respondió cortésmente a mi solicitud explicándome que la disposición de los autores es mayormente una decisión libre e informal para aquellos dispuestos a pasar un par de horas atendiendo a los aficionados de sus historias. Solo los invitados de honor: David Morrell, Barbara Hambly, Tom Doherty, Todd Lockwood y Tad Williams, junto a un puñado de los autores más populares tenían asignados puestos en las mesas ubicadas en la periferia del recinto para facilitar el acceso de un mayor número de fans. Abundó incluso en el hecho de que no todos los autores son profesionales y que muchos de los que se registran en la convención como escritores optan por no presentarse a este evento. En las Worldcons los autógrafos son manejados mediante turnos bien organizados para facilitar a las masas de aficionados la obtención de las rúbricas de aquellos autores de su interés, pautados en horas y sitios distintos. El formato de la convenciones de fantasía permite una mayor libertad de acción al contar con un número mucho menor de fans presentes.
Aún así, fue emocionante ver a tantos autores juntos “a mi disposición”, así que me inicié mi cacería al azar, disparando hacia todos lados mientras caminaba por el amplio salón. Pronto me conseguí frente a George R.R. Martin, quien luego de curiosear mi antología de los “Los Mejores Relatos de Ciencia Ficción del Siglo XX”, compilados por Orson Scott Card, procedió a firmar en junto al título de su relato: “Los Reyes de la Arena”. A pesar de la reverencia que inspira la gravedad de su rostro, escondido tras la gruesa barba blanca y gris, me atreví a pedirle autorización para tomarle una foto, aceptando gustosamente posar junto a mi libro. A la izquierda estaba el señor Gavriel Kay, quien fue más allá y me invitó a posar con él en la foto.
Poco después conseguí nuevamente al señor Haldeman firmando los últimos autógrafos de la gente que tenía en línea, por lo que aproveché de acercarme y comentarle brevemente de mis impresiones sobre su libro: “Camuflaje” el cual había leído recientemente. Me contó que había escrito cuatro libros después de ese, pero que no estaba al tanto de saber cuáles habían sido traducidos al español.
Casi al final de mi ronda, obtuve las rúbricas de dos Invitados de Honor. El primero fue el artista gráfico Todd Lockwood, quien firmó junto al arte de la portada del libro de recuerdo de la convención. El segundo y último era David Morrell, conocido por la dramatización de su primera novela: First Blood (1972), llevada a la pantalla bajo el nombre del personaje protagonista: ¡Rambo! Menos mal que luego de escribir otras dos secuelas tornó su atención a temas más elevados que le valieron una invitación especial a esta convención.
Morrel me firmó su última novela: “Scavenger” (2007), la cual formaba parte del bagaje de libros gratuitos que recibí en el bolso de bienvenida. La historia parece interesante: trata de una desesperada carrera para encontrar una cápsula de tiempo perdida desde hace 100 años, estructurada en una novela en nueve niveles o capítulos, presentando retos cada vez más difíciles de alcanzar. El mismo autor reconoce que echó mano de la teoría de videojuegos (“Video-Game Theory”). Puede conseguirse un excelente artículo en español sobre este escritor aquí. Finalmente, cuando ya todo estaba dicho y hecho, la sala entró en un silencio difícil de ignorar (especialmente teniendo en cuenta el bullicio inicial). Así quedó la mayor parte del recinto al terminar la temporada de caza:
d) El Paseo a Banff y Lake Louise (sábado 1ro de noviembre)
Durante mis breves y fortuitos encuentros con los Ontell a lo largo del jueves y el viernes, había acordado con ellos que tomaríamos el sábado para disfrutar de las bellezas naturales cercanas a la ciudad. A pesar de los pronósticos, la providencia nos regaló un día soleado, con cielos despejados y unos agradables 15°C de temperatura.
Al atardecer, llegamos de regreso al hotel Marriot de Calgary, donde Ron y Valerie se hospedaban. Yo me dirigí luego a mi casa en las afueras de Calgary (NW) para reportarme con la tropa. Debo confesar que esa noche no tuve las energías de volver al centro para disfrutar de la Recepción del Show de Arte (“Art Show Reception”) ni del “pastiche”, enmarcado en la una actividad llamada: El Señor de Los Anillos en Palabras y Música (“LOTR in Word and Music”). e) Banquete y Premios Mundiales de Fantasía (domingo 2 de noviembre)
Ese día al sol salió tarde (7:32 am) y, siendo domingo, desayunamos tarde en familia. Sin embargo, comí algo ligero debido a que ese día asistiría al banquete en honor de los nominados y próximos ganadores del Premio Mundial de Fantasía 2008.
El programa no presagiaba nada demasiado interesante antes de la hora del evento principal, a realizarse en el “Imperial 4” a las 12:30 p.m., así que me tomé mi tiempo para salir.
Resultó ser que a las 2 a.m. del domingo ocurrió el cambio de hora de invierno y los relojes debieron retrasarse 1 hora, incluyendo mi fiel Timex de pulsera. Esto causó que estuviera una hora antes de tiempo en el hotel, lo cual terminó obrando a mi ventaja, pues pude entrar entre los primeros para escoger la mesa más cercana posible al pódium de premiación. Las primeras dos filas de mesas estaban reservadas para los escritores e invitados especiales.
Así, me senté en la mesa y reservé a mi lado algunos puestos para Valerie y sus amigos en el comité organizador de la convención. Ya Ron me había dicho que atendería otros asuntos a esa hora y que llegaría luego del banquete, cuando abrieran las puertas al público para presentar los premios.
Al poco rato llegó Valerie con una pareja con la que tuvimos una interesante conversación durante toda la comida. Especialmente cuando entramos en pormenores acerca de una asociación norteamericana que se dedica a desarrollar habilidades y oficios propios de la edad media, y que luego son exhibidos en sendas convenciones en campo abierto. La pareja se conoció a través de estas actividades y al parecer la fémina es una consumada lanzadora de hachas, ¡certificada!
En cuanto a la comida, resultó ser algo que no se parecía en nada al concepto de “banquete” que tengo. De entrada una frugal ensalada de hojas verdes, un mini plato principal de pollo, carne o cerdo y un postre. Eso sí, los alimentos venían muy bien presentados, al estilo gourmet. Pero esto no consoló a mi estómago, quien entre gruñidos me reclamaba la arepa que había despreciado esa mañana, con lo último que nos quedaba de harina-pan venezolana.
Por fin llegó la hora de los premios y abrieron las puertas para dar paso a las personas que esperaban afuera del salón. Ron se contaba entre ellos y pronto vino a acompañarnos a la mesa. Subió Tad Williams al estrado, maestro de ceremonias de la convención, quien procedió a comunicarnos el programa del evento. Recuerdo que por un momento me llamó la atención el atuendo del señor Williams: Un traje negro que, en lugar de corbata y camisa, asomaba una franela del mismo color con un tema psicodélico en rosado, lleno de rostros de personajes afro descendientes con el cabello a la usanza de la época del “Black Power”. Esta excentricidad parecía hacer alusión al tema del momento: las elecciones estadounidenses. Pronto haría clara su posición al respecto. Williams continuó entonces con la introducción de los invitados de honor, quienes se acercaron uno a uno al estrado para agradecer al comité organizador la deferencia de la que fueron objeto los últimos días.
Seguidamente, sacó unos lentes de su saco y procedió con el discurso de entrada a los premios, lectura que probaría ser el punto álgido de la noche.
Williams preparó para la ocasión una brillante e hilarante historia paralela de la literatura fantástica, y del mundo en general, basada en la visión egocéntrica atribuida a la actual administración de los Estados Unidos de América.
La imagen de mi cámara de video no paró de vibrar mientras contenía mis carcajadas a todo lo largo de la retórica cargada de retruécanos e hipérboles, leída por su autor con una seriedad y elocuencia magistral.
Desgraciadamente, me prohibieron publicar el video en Youtube, de modo que no pude agregarlo a esta reseña. En verdad creo que hubiese valido la pena. Luego se lo ofrecí a título individual Valerie y su amiga, en lugar de la transcripción que me pidieron originalmente al terminar el discurso.
Las estatuillas esperaban plácidamente, alineadas en un largo mesón ubicado a la izquierda del podio… ¡de espaldas al público! La razón era muy simple: los ganadores aún no habían sido divulgados y las placas de los premios mostraban sus nombres. El hecho de que la mesa estuviese previamente accesible para cualquiera que estuviera almorzando en la sala, habla bien de los aficionados, artistas y escritores que supieron resistir la tentación de acercarse a tomar una foto inocente del “lado obscuro” de la mesa.
Los premios fueron entregados sin mayor parsimonia, nombrando primero la categoría, los nominados y finalmente los galardonados.
Premios Mundiales de Fantasía 2008:
- Life Achievement:
- Novela:
La historia de un joven contemporáneo atrapado entre Celtas y Romanos en una saga mística que perdura a través de los siglos.
-
- Novela Corta:
Una pareja de primos adolescentes envueltos en una relación mágica y prohibida.
- Cuento:
Un hacedor de instrumentos musicales le propone a un dragón que le entregue sus bigotes para crear un dulcémele muy especial. A cambio la sobrina acepta casarse con el dragón, usando el instrumento para cantarle todas las noches la música que promete revelar los secretos de su alma.
- Antología:
- Colección:
Conjunto de cuentos del mismo autor, relativos al tema de la muerte en sus infinitas acepciones y posibilidades.
- Artista:
Edward Miller (seudónimo de Les Edwards), artista gráfico británico con mas 35 años de carrera como ilustrador del género fantástico, de terror y de ciencia ficción.
- Premio Especial—Profesional:
Escritor británico cofundador de PS Publishing que ha participado también como editor en distintas publicaciones del género.
- Premio Especial—No Professional:
Coeditoras de una organización dedicada a las artes enraizadas en los mitos y el folklore de todo mundo. Cuentan con una red de artistas y escritores que aportan sus talentos para ayudar a los más necesitados.
Luego de la entrega de premios, los presentes tuvimos la oportunidad de acercarnos a tomar fotos de los galardonados:
De izq. a der.: Representante de Midori Snyder y Terri Windling, Stephen Jones representando a Peter Crowther y Edward Miller, Ellen Datlow, Randy Reichardt (abajo) aceptando el premio por Leo y Diane Dillon, Guy Gavriel Kay, representante de Theodora Goss (atrás), Patricia McKillip (adelante), Joe Haldeman aceptando por Elizabeth Hand y Robert Shearman.
De izq. a der.: Joe Haldeman, Robert Shearman y quien recibió el trofeo de Theodora Goss
f) Despedida y el libro de recuerdo Luego de la sesión de fotos, me despedí de Ron y Val, acordando que los iría a buscar con mi familia para llevarlos al aeropuerto la tarde del lunes 3 de noviembre. El caso es que yo también salía esa tarde hacia Venezuela para realizar una corta visita a mi oficina en Punto Fijo, Edo. Falcón.
En la salida del recinto de los premios pude distinguir varios Libros de Recuerdo en medio del berenjenal en que se había convertido a mesa de intercambio de libros y propaganda, dispuestos para quien quisiera llevarlos a casa. Aproveché de tomar un par de ejemplares para mis amigos Jorge De Abreu y Susana Sussman, con la intención de entregárselos en la reunión preparatoria de una antología que estamos armando para la AVCFF, y que se realizaría el siguiente sábado 8 de noviembre en el lugar cotidiano de la TERCA (Tertulias Caraqueñas de CF, Fantasía y Terror).
El Libro de Recuerdo tiene un contenido similar al de las Worldcons, con entrevistas a los Invitados de Honor, artículos acerca del encuentro y la lista de asistentes actualizada a la fecha de cierre para su publicación. Sin embargo, destaca en esta versión la abundancia de material gráfico a todo color, cedido para la ocasión por varios representantes del arte fantástico y de terror. Todd Lockwood presentó una mini galería con varias de sus obras desplegadas en las páginas centrales, aparte de su contribución en el arte de la portada y contraportada.
V. Reflexiones finales
Asistir a esta convención fue una experiencia emocionante que tuvo sus altos y bajos. Se disfruta de un ambiente más íntimo que facilita el acceso a todas las actividades, a los autores y a los artistas. Sin embargo, queda claro que al compararse con las Worldcons las opciones son limitadas en cuanto a la cantidad y variedad del programa, debido principalmente a la exigua concurrencia. Por otro lado, aunque nunca he votado, me parece más justo y democrático permitir a los aficionados decidir sobre la premiación, tal como ocurre con el Hugo.
Me fui contento de haber podido encontrarme con amigos y conocidos. También me conforta el hecho de haber tenido la oportunidad de asistir a un evento de esta magnitud sin tener que gastar una locha en transporte ni alojamiento. Desde Nippon 2007 estaba consciente de que probablemente estaría mudándome a Canadá este año, así que puse en mis planes futuros el asistir a Anticipation 2009 en Montreal (estado de Ontario, Canadá). He tenido ya todo un año para embullar a mis compañeros de la AVCFF y de la TERCA para ver si podemos acudir juntos a esta cita en Agosto del año que viene. Estoy seguro que existe un sentimiento de exclusión cuando se toca el tema escabroso de por qué se le llama “Mundial” a un evento que básicamente comprende a países anglosajones. Si la experiencia de Nippon 2007 nos dice algo de las tendencias actuales, no me parece descabellado imaginar un futuro no muy lejano en el comencemos a reconocer el mérito de un género literario que parece especialmente indicado para borrar las fronteras que hoy nos dividen.
Juan Carlos Aguilar
14 de noviembre de 2008